La Secretaría que ha abierto caminos al andar
Los refranes encierran experiencias prácticas, al tiempo que son fruto de la sabiduría popular. El camino en el refranero mexicano implica enseñanzas que van de lo filosófico a lo romántico, como por ejemplo: amor viejo y camino real, nunca se dejan de andar, o el que anima a continuar pese a todo, pues donde hay una voluntad, hay un camino. El sentido metafórico de estos y otros refranes, también simboliza el trabajo y visión de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la cual desde su nacimiento en 1891, ha abierto y no deja de abrir los caminos que enlazan a la nación.
Desde su nacimiento en 1891, la SCT no ha dejado de abrir los caminos que enlazan a la nación.
Al preguntarnos por qué es importante abrir caminos, una posible respuesta sería que gracias a ellos se puede unir o aproximar lo que antes estaba distante; comunicarse de un punto a otro, llegar a lugares desconocidos mediante vías que para construirse requirieron del trabajo, voluntad y experiencia acumulada por años. Desde tiempos remotos, en nuestro país y el mundo, se han abierto caminos para atender necesidades y actividades económicas, sociales y culturales imprescindibles para lograr el bien común y el avance general.
Los caminos han sido esenciales para la unión y el progreso material de México.
En México, los caminos han tenido un papel esencial no sólo en el progreso material de la sociedad, sino también en la integración de un país que ha debido asumir grandes desafíos y cambios históricos. Pocos ignoran el hecho de que nuestros caminos en el siglo XIX, significaron un patrimonio de gran relevancia e impacto local y regional, pues a través de ellos, fue posible comunicar a las poblaciones y a los centros de producción, permitiendo el acceso de miles de mexicanos, a derechos como la educación, la salud y una serie de beneficios que mejoraron su calidad de vida, al incrementar las oportunidades de trabajo y desarrollo. Por si fuera poco, los caminos también reflejan la capacidad, conocimientos, visión y logros que en materia de infraestructura puede concretar una nación.
Al pensar históricamente, comprendemos que la expansión de las antiguas civilizaciones de México, como la azteca, se logró y mantuvo con base en la apertura de más y mejores caminos, incluidas, las brechas para caminantes en las que los mayas destacaron con la construcción del llamado sacbé o camino blanco, “camino artificial”, hecho a mano. Esa vital red sirvió para el paso de guerreros, mensajeros y comerciantes, sin mencionar que su trazo fue hecho, no sólo para mitigar las necesidades de intercambio comercial, sino sobre todo, cultural y humano.
COLECCIONAR CAMINOS EN LOS REFRANES
La trascendencia de los caminos ha sido recuperada en el refranero popular mexicano.
El escritor francés Michel de Montaigne afirmó que “la palabra es mitad del que la dice y mitad del que la escucha”, por ello no asombra que el sentido y la utilidad de los caminos, haya sido recuperada por el refranero popular mexicano, entregándonos síntesis perfectas de su trascendencia en la vida de los seres humanos, como estos que sentencian: amor viejo y camino real, nunca se dejan de andar, el cual expresa que aunque las circunstancias sean o parezcan complejas, nunca hay que abandonar el camino; o bien, Anda tu camino sin ayuda del vecino, que sugiere hacer lo que esté a nuestro alcance sin dudar, incluso si no contamos con ayuda de ningún tipo.
Como vivir es andar, el refrán nos dice que donde hay una voluntad, hay un camino, sentenciando que aquel que se propone algo, debe y puede lograrlo. La experiencia y conocimiento de las personas se refleja en la afirmación, el que da las señales del camino, andado lo tiene, pues quien ha caminado, no sólo ha visto, sino que ha vivido y aprendido.
Los refranes entregan una enseñanza, un consejo o una advertencia valiosa.
Como se ve, la tradición oral y el universo memorístico de donde provienen los refranes, tiene como propósito entregar una enseñanza, un consejo que aliente o aligere la carga y disipe la incertidumbre. Aunque, hay que decir que también existen las advertencias que nos previenen, pero, sobre todo, nos recomiendan pensar bien lo que hacemos, como el que dice: por caminos no pensados, purgamos nuestros pecados, anticipando que el que comete malas acciones, inexorablemente, recibirá su merecido, igual que el flojo y el mezquino, [que] andan dos veces el camino.