Yucatán ha sido cuna de grandes mujeres que son ejemplo de dignidad, inteligencia y valentía.

Una de estas mujeres extraordinarias fue la maestra Rita Cetina Gutierrez, quien nació el 22 de mayo de 1846 en la ciudad de Mérida. Sus padres fueron don José Cetina y doña Jacoba Gutiérrez. Rita fue la primogénita y tuvo dos hermanos: Guadalupe de la Santísima trinidad y Pedro Joaquín el menor de ellos, que se formó como militar al igual que su padre y ambos murieron en el frente de batalla en el cruento episodio de la Guerra de Castas.

La literatura, la filosofía, la historia fueron los motores que hicieron de Rita una mujer revolucionaria.

Rita Cetina estaba convencida de que la educación debía ser para todos.

Su vida y obra estuvo enmarcada en la tarea de educar a las niñas yucatecas, enseñarles un tema fundamental: quererse a sí mismas, ser mujeres que se atreven a abrir el horizonte de una vida distinta en cuyo principio se encuentra el valor de la igualdad de género.

Rita tuvo una infancia llena de libros, vivió sin limitaciones económicas, dentro de una familia acomodada de clase media que impulsó en sus hijos la importancia de la formación académica y del conocimiento como medio imprescindible para entender el mundo que vivimos.

Rita Cetina se formó como maestra de educación básica y media; estaba convencida de que la educación debía ser para todos, no era posible que el privilegio del saber estuviera restringido sólo para el sector masculino.

La lucha contra este precepto encontró en Rita uno de los primeros baluartes del feminismo mexicano.

A finales del siglo XIX Rita Cetina fundó la Sociedad Científica y Literaria de la ciudad de Mérida Yucatán, ya para entonces su presencia en la vida social y política de Yucatán eran imprescindibles.

         Rita Cetina fue la primera mujer en fundar una revista bajo el nombre evocativo de “La Siempreviva", primera publicación escrita, diseñada y editada por mujeres en Yucatán.

La Siempreviva también se convirtió en una escuela de enseñanza básica para niñas.

La inteligencia y la sensibilidad de esta mujer quedaron inscritas en su obra literaria; para Rita Cetina el valor simbólico de las palabras era un arma cargada de futuro; sus preguntas eran muy sencillas: ¿por qué dejar a las mujeres la obligación del trabajo doméstico? ¿por qué relegar a la mujer en el terreno de la ignorancia?

A principios del siglo XX, Rita Cetina fue nombrada directora del Instituto Literario para niñas, una escuela que dejó huella en varias de las generaciones de luchadoras sociales de Yucatán, que participaron activamente en las filas del primer Congreso Feminista celebrado en Mérida en el año de 1916. Cabe recordar aquí, que Elvia Carrillo Puerto fue su alumna.

Imaginamos a Rita Cetina impartiendo sus clases de historia, la vemos escribir en su máquina Remington poemas gloriosos que cantan a la patria y al amor; la vemos enviando sus textos a las revistas más importantes de Yucatán: “La Biblioteca de Señoritas”, “El Repertorio Pintoresco”, “La Guirnalda”, “La Esperanza” la “Revista de Mérida”. Desarrollando ensayos sobre derechos imprescindibles de la mujer al trabajo digno, a la educación, al voto, entre otros.

La vemos dirigiendo un taller de poesía o de cuentos para niñas yucatecas. La imaginamos escribiendo una novela, la vemos organizando un congreso feminista con la emoción de enarbolar un mundo de libertad y de justicia para todas y todos.

La vemos dirigiendo un taller de poesía o de cuentos para niñas yucatecas. La imaginamos escribiendo una novela.

Se dice fácil mencionar a Rita Cetina con las palabras “orgullo en la historia de nuestro país”; pero son palabras certeras como el agua. Mujeres como ella han sido las mujeres valientes, las precursoras que han sabido responder con enorme dignidad y entereza a sus convicciones; que han abierto brecha en la lucha por los derechos de las mujeres como derechos humanos inalienables que se suman al segundo piso de la cuarta transformación de México que encabeza la primera mujer presidenta de nuestro país: Claudia Sheinbaum Pardo.

BIBLIOGRAFÍA

• Infante Vargas, Lucrecia (2015). «Rita Cetina Gutiérrez. Primera mentora yucateca (1846-1908)». Colección Las Maestras de México (1a. edición). Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México. pp. 21-46. ISBN 978-607-9419-15-8. Archivado desde el original el 22 de diciembre de 2016. Consultado el 21 de diciembre de 2016.

•  Peniche Rivero, Piedad, Rita Cetina, la Siempreviva y el Instituto Literario de Niñas: una cuna del feminismo mexicano 1846-1908, México, INEHRM, 2015, 91 p.