Los caminos de Leona Vicario
Leona, en el crepúsculo te ciñes
la tiara de la inmortalidad.
Quisiera hacia a ti alzar mis brazos
para estrecharte entera,
Leona amada,
íntegra, convencida patriota,
valiente en los montes y laderas
valiente enlazando las epístolas
valiente compareciendo ante el Tribunal
de la Santa Inquisición.
[…] Las fronteras de la memoria se estrechan
Y emerges ahora auténtica,
incorruptible,
plena entre los pliegues de la historia.
Leona (fragmentos)*
Leona Vicario no pudo haber nacido en un año más significativo que 1789, -estallido de la Revolución Francesa-, en la ciudad más importante del virreinato de la Nueva España y en el seno de una familia integrada por un padre español peninsular y una madre descendiente de la nobleza indígena acolhua.1 Determinada desde pequeña, su niñez transcurrió al lado de sus padres, quienes fallecieron en 1807, víctimas de una enfermedad contagiosa. Huérfana a los 18 años de edad, la joven Leona quedó bajo la tutela de su tío materno, Agustín Pomposo Fernández de San Salvador, doctor en leyes y rector de la Real y Pontificia Universidad de México.
Desde joven, leyó y estudió obras con las que entendió y forjó sus ideas revolucionarias
Interesada en los temas de su tiempo, muy tempranamente leyó y estudió obras que le permitieron entender y forjar ideas revolucionarias muy distantes de las opiniones, creencias y tradiciones en las que había sido educada. Hacia 1809, conoció a Andrés Quintana Roo, joven yucateco que llegó como pasante en Derecho al bufete de su tío y tutor. Imbuido por el mismo entusiasmo patriótico que inundaba a Leona2, el también poeta y aspirante a jurisconsulto pronto se adhirió al anhelo independentista nacido a la luz de las Reformas Borbónicas de 1808.
El movimiento insurgente se organizó y fortaleció mediante el intercambio de correspondencia
La relación entre Leona y Andrés se vinculó entonces al movimiento revolucionario, el cual se organizaba y cobraba vigor gracias al intercambio de correspondencia entre los insurgentes, así como con la circulación de periódicos y materiales subversivos que en forma de panfletos, hojas volantes y libelos amenazaban la estabilidad del gobierno colonial. En el momento en que estas ideas bullían en la cabeza de Leona, en el poblado de Dolores estalló la insurrección de 1810, encabezada por Miguel Hidalgo. Fue entonces que “burlando la sagacidad de las autoridades, Leona Vicario se puso en comunicación con los independientes, y con los que en la capital del virreinato les eran adictos, y se ocupó en despachar correos para el campo insurgente, avisando cuanto en México pasaba, y logrando con lo eficaz y oportuno de sus noticias, evitar no pocas sorpresas y desastres a la naciente revolución.”3
Leona envió recursos y correos a los insurrectos, al tiempo que facilitó armas para los rebeldes
Convencida de que el camino de la insurgencia conduciría a los habitantes novohispanos por los senderos de la libertad, la igualdad y la soberanía, Leona también se propuso convencer a los mejores armeros realistas de unirse a la rebelión y dar la espalda a la corona española. Para lograrlo, trabajó arduamente en el envío de recursos y comunicaciones a los insurrectos, además de que “adoctrinó” a todo aquél que pudiera engrosar las filas rebeldes, facilitándoles armas y costeando sus viajes para que fueran a servir a la Patria en los campos de guerra.4 De esta forma, los caminos de Leona Vicario se abrieron en diferentes direcciones, pues además decidió usar la imprenta para publicar periódicos (El ilustrador Americano, El Ilustrador Nacional y el Semanario Patriótico Americano), distribuir propaganda y utilizar su casa como centro de reunión y discusión de las ideas libertarias.
“QUE SEPAN QUE VOY PRESA POR INSURGENTE”
Formó parte de Los Guadalupes, grupo secreto que buscó la participación de los criollos americanos en el gobierno de la Nueva España
Llevando al extremo su anhelo por la Independencia, con sus acciones, Leona Vicario se puso en la mira de las autoridades realistas que extremaron la vigilancia sobre ella con el fin de descubrir a quienes daban cuerpo a la insurgencia. Es importante mencionar que Leona formaba parte del grupo secreto llamado Los Guadalupes, conformado por abogados, eclesiásticos, nobles, propietarios, comerciantes y mujeres que reflexionaban sobre la necesidad de lograr mayor participación de los criollos americanos en la vida política, económica y social de la Nueva España.5
Para propagar la rebelión e infundir el ideal libertario, la heroína insurgente privilegió la comunicación por correo
Con el fin de propagar la rebelión e infundir el ideal libertario, Leona privilegió la comunicación por correo con los independentistas que tenían como base la Ciudad de México, lo cual le permitió enterarse de las estrategias militares, las disposiciones políticas y las actividades de las autoridades centrales. Durante este periodo, remitió por correo numerosas cartas y documentos que, además de poner en riesgo la causa, amenazaron su libertad, pues el gobierno intentó incautar su correspondencia para encontrar evidencias que justificaran su procesamiento y aprehensión.6 Lejos de intimidarse ante el acoso y su primer encarcelamiento, Leona declaró que se “alegraba de que las autoridades procedieran así con ella, que incluso, podían llevársela a donde les placiese; pero que sólo iría en un coche rodeado por soldados, para que todo el mundo supiera que iba presa por insurgente.”7
Leona afirmó que las mujeres eran “capaces de desear la gloria y la libertad de la Patria tanto como los hombres”
Aunque la lucha de Leona Vicario por nuestra Independencia no ocurrió empuñando las armas, su pasión, entrega, determinación, arrojo, tiempo y dinero, demostraron -como ella misma lo afirmó-, “que las mujeres son capaces de desear la gloria y la libertad de la Patria tanto como los hombres y, de manera menos interesada.”
Leona Vicario simboliza a miles de mujeres anónimas que lucharon por la libertad, la igualdad y la soberanía nacional
Muerta el 21 de agosto de 1842, a los 53 años de edad, fue nombrada “Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria”, cuatro días después de su deceso. Reconocida como la mujer más acaudalada en participar en la revolución de Independencia, Leona simboliza la fuerza de miles de mujeres anónimas que, sin importar los peligros, la cárcel o la muerte, promovieron sin descanso los valores de la libertad, la igualdad y los sentimientos por forjar una nación soberana.
REFERENCIAS
1 Hija de Gaspar Vicario y de Camila Fernández de San Salvador. Su padre llegó de Castilla La Vieja y como peninsular ocupó un lugar privilegiado dentro de la sociedad novohispana. Su madre, originaria de Toluca (población de lo que más tarde sería el Estado de México), tuvo una condición social inferior, pese a que descendía de la nobleza indígena acolhua. Laureana Wright, en su libro Mujeres Notables Mexicanas afirmó que el rey Nezahualcoyótl fue su familiar en línea directa.
2 El periodista Luis G. Iza aseguró que las ideas políticas de Andrés Quintana Roo estaban marcadas “con el fuego sagrado del patriotismo; sus conceptos elevadísimos y el entusiasmo con que hablaba de la Independencia”, fueron principios compartidos con Leona Vicario.
3 Laureana Wright, Mujeres Notables Mexicanas, México, Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, 1910, p. 257.
4 Es importante mencionar que durante la guerra de Independencia y una vez consumada ésta, el estado general de los caminos era lamentable, ya que durante el primer siglo colonial, su apertura estuvo dominada por un trazado que tenía su origen en la Ciudad de México y se desplazaba de norte a sur y, de este a oeste, priorizando el uso del Camino Real para desarrollar la minería y la ganadería, así como las rutas que cubrían el Este y que permitían el acceso a Veracruz, puerta de entrada y salida del Nuevo Mundo. De hecho, los caminos considerados más importantes para la Nueva España, fueron los que comunicaban a la Ciudad de México con el puerto veracruzano debido a que era el único punto de conexión con Europa. En “Los caminos en México. Un recorrido histórico” [en línea], El Mirador, Sección Manos a la obra, Sitio oficial de la SICT, México. Disponible en: https://elmirador.sct.gob.mx/elmirador.sct.gob.mx/manos-a-la-obra/los-caminos-en-mexico-un-recorrido-historico.html Consulta realizada: 19 de septiembre de 2022.
5 Convencida de la urgencia de liberarse del yugo imperial, Leona Vicario se unió al grupo subversivo y clandestino llamado Los Guadalupes, en honor a la virgen del Tepeyac y, en oposición a la virgen de los Remedios, símbolo religioso ampliamente prodigado por los españoles durante el proceso de evangelización de los diferentes pueblos del México Antiguo.
6 Prisionera, por primera vez, en el Colegio de Belén, Leona fue interrogada a lo largo de un mes y medio, sin revelar información, ni dar los nombres de quienes luchaban por la Independencia. Fueron seis insurgentes quienes organizaron su rescate y huida, la cual la llevó hasta la localidad de Chilpancingo, a finales de octubre de 1813.
7 En Mujeres notables, p. 259.
*Roxana Elvridge-Thomas, “Leona”, en Rebelde y fiera. Homenaje poético a Leona Vicario, México, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Colección Letras, 2023, p. 37.