Muros y puentes
Muro y puente son dos palabras de significados contrastantes. El muro separa, aísla, protege, encierra… el puente, comunica, liga, une, aproxima. Veamos el valor histórico y tradicional de los tres puentes que se han construido para acercar a las poblaciones de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Laredo, Texas. La situación geográfica y estratégica de ambas, las convierten en un punto crucial para el intercambio comercial y el flujo poblacional de ambos países. Basta saber que en el año 2000 Nuevo Laredo, Tamaulipas fue considerada el puerto aduanero más importante de Latinoamérica.1
El primero de esos puentes, llamado Puente Internacional Portal a las Américas fue inaugurado en 1884 en tiempos del Porfiriato. Su construcción fue modesta por lo cual sufrió severos daños debido a la inundación del río Bravo provocada por un huracán el 28 de abril de 1905. En 1922 el gobierno del presidente Álvaro Obregón, en colaboración con las autoridades de la ciudad de Laredo, Texas, participó en su reconstrucción.
En el año 2000 Nuevo Laredo, Tamaulipas fue considerado el puerto aduanero más importante de Latinoamérica
Casi tres décadas después, este puente sufrió otra inundación en 1954 por lo cual tuvo que destruirse totalmente. El nuevo puente que lo sustituyó a partir de entonces, continúa comunicando a las dos Laredos.
Juárez-Lincoln es el nombre del segundo puente internacional y su operación corre a cargo de la SCT y de las autoridades de Laredo, Texas. Rinde homenaje a dos presidentes ilustres. Está acondicionado para recibir al tráfico comercial y no comercial; data de 1976 cuando fue inaugurado.2
El tercero y último puente, conocido como el Puente Internacional del Comercio Mundial, se construyó de 1998 al año 2000. Está dedicado exclusivamente para el tráfico comercial, alcanza 297 metros de longitud por casi 80 metros de ancho y 14 carriles. Poco más de un millón 600 mil cruces se daban en este puente en 2016, el principal de los 17 que tiene el estado tamaulipeco.3
Los puentes de las dos Laredos conforman el llamado Corredor Comercial más importante de Norteamérica, pero también son escenario de una emotiva ceremonia que viene celebrándose desde hace poco más de 120 años el 23 de febrero, que coincide con el nacimiento de George Washington.
Justo a la mitad del puente Juárez-Lincoln llegan las autoridades máximas de las dos Laredos para abrazarse de forma fraternal; es la Ceremonia del Abrazo. Para ello, se cierra el cruce fronterizo a los automóviles. Con esta acción, ya tradicional, queda patente que necesitamos más puentes que muros para acercar a las poblaciones y compartir entre sus habitantes, los beneficios que las operaciones comerciales les brindan.