La SCOP y la salud

La SCOP y la salud

En los primeros veinte años de su existencia (1891-1911), la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas demostró gran capacidad y eficacia para encaminar a México en la senda del progreso y modernidad, trazada por el gobierno del General Porfirio Díaz. Destacan en este período los poco más de 17 mil kilómetros de vías férreas construidas y las numerosas obras públicas: mercados, rastros, tranvías eléctricos, sistemas de drenaje; teatros, parques, monumentos… que generaron un crecimiento económico para el país, y una notoria mejoría en la vida cotidiana de la población en general.

En este marco, la salud fue un tema que la secretaría atendió también de manera oportuna. Se construyeron entonces hospitales y clínicas provistos con todos los materiales e instrumentos indispensables, que demandaban entonces los más recientes adelantos de la ciencia médica. El Hospital General y el Manicomio de la Castañeda son ejemplos relevantes de esta labor, ambos ofrecieron calidad en los servicios de salud a la población de la capital del país.

 

HOSPITAL GENERAL

El Hospital General fue considerado en su época como el mejor de América por sus instalaciones

Sobre un terreno de 124 mil 692 metros cuadrados, situados al sur de la casi despoblada colonia Hidalgo (hoy Doctores), se construyeron 32 pabellones para enfermos infecciosos y no infecciosos, junto con unidades administrativas, de servicios, hasta constituir un total de 49 inmuebles.1 La capacidad considerada del Hospital era de 800 a mil enfermos. El proyecto arquitectónico-constructivo estuvo a cargo de los ingenieros Roberto Gayol y Manuel Robledo Guerra. El reconocido médico Dr. Eduardo Liceaga, se encargó de la dirección médica de la magna obra inaugurada por don Porfirio Díaz –acompañado del secretario de Comunicaciones Leandro Fernández Imaz- el 5 de febrero de 1905.

Pabellones del Hospital General entre áreas ajardinadas destinadas a la recuperación física de los pacientes. Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia.
Pabellones del Hospital General entre áreas ajardinadas destinadas a la recuperación física de los pacientes. Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia.

El gran poeta Amado Nervo dedicó una oda especial a este nosocomio, considerado entonces como el primero de América por sus instalaciones:


Amigo mío desheredado,

hermano mío desconsolado:

Ya tienes casa, ya tienes pan (…)

La vida es dura; más aún existe quien al enfermo refugio da,

y a los desnudos arropa y viste (…)

Hoy se inaugura tu noble y raro Alcázar; míralo: ¡es para ti!

Tendrás un lecho, calor, amparo, afectos, aire puro, sol claro… ¡Qué bien se debe vivir aquí!

 

MANICOMIO GENERAL DE LA CASTAÑEDA

EL Manicomio de la Castañeda colaboró al tratamiento de la salud mental de numerosos mexicanos

Para celebrar el Centenario de la Independencia Nacional en 1910, un vasto programa fue planeado con perfecta sincronía por el Estado; en él se involucró a todo el aparato administrativo: gobiernos estatales y municipales, el ejército y los ministerios o secretarías. La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, participó tanto en la develación de monumentos significativos como en la realización de grandes obras públicas. Es el caso del Manicomio General de La Castañeda, obra estrechamente relacionada con el Hospital General que debía cubrir las necesidades de salud de la población capitalina. Su inauguración el 1 de septiembre de 1910 representó el inicio de las festividades del Centenario.

Edificio de Servicios Generales del Manicomio General de la Castañeda. Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia.
Edificio de Servicios Generales del Manicomio General de la Castañeda. Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia.

El Manicomio General de la Castañeda ocupó una superficie de 141 mil 622 metros cuadrados de extensión, perteneciente a la antigua hacienda de La Castañeda y próxima a la población de Mixcoac. Hermosos parques y jardines aislaban de forma perfecta los 28 pabellones construidos en los cuales se repartían diversas áreas: enfermos tranquilos, peligrosos, epilépticos, alcohólicos; enfermas tranquilas, epilépticas, peligrosas, alcohólicas; además, contaba con talleres para hombres y mujeres, establos para vacas y habitaciones para sus cuidadores.

El Hospital General permanece como una de las instituciones principales de salud en la Ciudad de México, y el Manicomio General de la Castañeda fue cerrado y demolido en 1968.

 

REFERENCIAS

1 Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia. Departamento del Distrito Federal, Secretaría General de Desarrollo Social, Comité Interno de Ediciones Gubernamentales. Colección: Distrito Federal, México, 1988, p. 42.
BIBLIOGRAFÍA
Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia. Departamento del Distrito Federal, Secretaría General de Desarrollo Social, Comité Interno de Ediciones Gubernamentales. Colección: Distrito Federal, México, 1988
 

Portada: Vista general y pabellones del Hospital General. Crónica Gráfica de la Ciudad de México en el Centenario de la Independencia.