Para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes el Día del Caminero es una fecha entrañable que nos evoca varias etapas de la historia de México. Si hablamos de caminos, aparecen entonces esas rutas que atraviesan montañas y grandes barrancas con sus puentes magníficos, esas vías que unen a las ciudades, que enlazan a los pueblos de sur a norte de la República y que han hecho posible el engrandecimiento de México. Esa labor titánica de comunicación terrestre a lo largo de más de 100 años se la debemos a los camineros.

El caminero habla con las sombras y conoce las palabras del viento

El caminero es aquel hombre que vive en los caminos, ese trabajador incansable que conoce la ruta y dedica su vida entera a abrir el paso. Su historia es la historia de las lluvias y de las tormentas, la historia de las noches oscuras al pie de la carretera en espera del amanecer, la historia de las montañas, de las barrancas más profundas y de las más altas cúspides.

En las largas noches de espera a que amanezca, el caminero habla con las sombras y conoce las palabras del viento. Por eso guarda en su memoria muchas historias que incluso han sido escritas en la literatura mexicana. Si los caminos han hecho posible el crecimiento de nuestro país, los camineros han sido los constructores de estas vías luminosas.

El Ing. Jorge Arganis Díaz Leal, secretario de Comunicaciones y Transportes, rindió merecido homenaje a los camineros en su día refiriéndose a ellos con las siguientes palabras: Me siento muy honrado de participar con todos ustedes en este evento, para conmemorar una fecha de gran tradición como es el “Día del Caminero” celebración que se está haciendo en los 31 Centros SCT de todo el país el día de hoy. En lo personal esta celebración es entrañable, porque mi abuelo el Ing. Francisco Díaz leal se desempeñó como vocal ejecutivo en la Comisión Nacional de Caminos, nombramiento que recibió del presidente el General Plutarco Elías Calles, quien formó esta comisión igual que la Comisión Nacional de Irrigación en el año de 1924. Fue precisamente durante la gestión del Ing. Díaz Leal, cuando las autoridades de la época acordaron en 1925 establecer el 17 de octubre como el “Día del Caminero”.

Ser caminero es sinónimo de entrega y sacrificio

Desde entonces esta fecha es ocasión propicia para hacer un merecido reconocimiento al trabajo de los camineros, que todos los días construyen y dan mantenimiento a la red carretera del país, sin importar las condiciones del clima o la geografía, siempre los encontramos aplicando su mejor esfuerzo y dedicación para que todas las regiones de México estén comunicadas. Incluso, durante la pandemia del COVID-19 los camineros han continuado en los frentes de trabajo sin parar y no obstante la aplicación de las medidas sanitarias, lamentablemente han fallecido varios de nuestros compañeros. En la SCT han sido nueve compañeros del área de conservación quienes desafortunadamente perdieron la vida en el cumplimiento de su trabajo. Para ellos y sus familias nuestro más amplio reconocimiento y gratitud. Pero más allá del lamentable duelo también debe prevalecer el ánimo de que su aportación estará para siempre en los caminos de México.

Ser caminero es sinónimo de entrega y sacrificio, pero también de orgullo y satisfacción por las obras realizadas, por ello, por su vocación de servicio a la comunidad, nuestros compañeros fallecidos permanecerán en el recuerdo de todos nosotros. Hoy nuestro país transita hacia una Cuarta Transformación que incluye entre otros aspectos el impulso de obras de infraestructura de todo tipo reconociendo su efecto multiplicador en numerosas ramas de la actividad económica. Esto significará nuevas oportunidades para los camineros, no solo porque habrá más proyectos y se crearán más empleos, sino también porque habrá tiempo para refrendar el compromiso para seguir participando como siempre en el progreso de México.

Tenemos que forjar a las nuevas generaciones de camineros

La historia de las comunicaciones en nuestro país no podría contarse sin el trabajo de los camineros, de su voluntad para abrir brecha, para unir pueblos y ciudades, para mover personas y acercar familias, para trasladar mercancías y facilitar el intercambio comercial; y sobre todo para generar bienestar para nuestro país. Contamos con el legado de muchos camineros cuya experiencia y creatividad nos motiva, en particular, permítanme hoy evocar a dos personas que tuve la oportunidad de tratar y querer mucho a nombre de todos aquellos que están fallecidos. Dos connotados camineros mi amigo el Ing. Froilán Vargas Gómez, y mi maestro en dos materias el Ing. Rodolfo Félix Valdés. Su talento, visión de futuro y profesionalismo los hacen referentes obligados a la construcción de los caminos y carreteras del México moderno.

Los exhorto a seguir el ejemplo y las enseñanzas de quienes nos antecedieron, y también los invito a incorporar las nuevas prácticas y las técnicas innovadoras en su quehacer cotidiano. Estamos conscientes del dominio de su trabajo y de las experiencias acumuladas pero también estamos obligados a formar nuevos cuadros técnicos. Tenemos que forjar a las nuevas generaciones de camineros que habrán de tomar la estafeta en los próximos años, esto es un compromiso de la actual administración de formar estos cuadros con gente joven y también con más mujeres ingenieras.

Señoras y señores ser caminero significa rifarse la vida en los frentes de trabajo, y por supuesto también representa la satisfacción de portar una camiseta que no cualquiera puede ponerse. Reciban mi más sincera felicitación por el extraordinario esfuerzo que realizan todos los días a todas horas, día y noche en la construcción y mantenimiento de los caminos de México.

Muchas gracias.