El Concorde en los cielos de México
El diseño espectacular y sus características técnicas únicas hicieron del Concorde el avión más admirado y esperado en cualquiera de los aeropuertos donde aterrizaba y despegaba. Su silueta semejante a una enorme ave de pico pronunciado, con sus alas pegadas totalmente a su esbelto cuerpo o fuselaje -simulando la letra griega Delta-, causaba el asombro de todo el mundo.
ORÍGENES Y FINURAS
El lujo del Concorde se mostraba en el diseño de los trajes de su tripulación a cargo de notables modistas
Mediante un tratado firmado en noviembre de 1962 entre Francia e Inglaterra el proyecto Concorde tomó forma. La presentación de esta aeronave se realizó el 11 de septiembre de 1967 y su primer vuelo de prueba tuvo lugar el 2 de marzo de 1969. El comandante Turcat tras este vuelo inicial exclamó satisfecho: “El gran pájaro ha volado…”
Desde un principio el Concorde se proyectó como un avión de lujo en todos aspectos. Una muestra de ello fue recurrir a grandes modistos de alta costura para confeccionar el vestuario de su tripulación: Nina Ricci diseñó las capas; Carven hizo los uniformes para la temporada invernal; y Louis Feraud elaboró los modelos para el verano.
MÁS ALLÁ DE LA VELOCIDAD DEL SONIDO
Cuatro potentes motores Rolls-Royce le hacían alcanzar el doble de la velocidad del sonido
Varias características, innovadoras y sorprendentes, presentó el Concorde; la más relevante fue su velocidad clasificada como Mach 2 que equivale a dos veces la velocidad del sonido (1,350 millas o 2,172 km por hora) que le permitió cruzar el océano Atlántico en solo tres horas, mientras que las aeronaves estándar lo hacían en 9 horas. Cuatro potentes motores Rolls-Royce / SNECMA Olympus 593 Mk 610 producían un gran impulso para alcanzar dicha velocidad.
El Concorde tenía capacidad para 100 pasajeros separados en par mediante un pasillo central; 68 m de largo, 11 m de altura; 2.90 m de ancho del fuselaje; dos neumáticos al frente y ocho en la parte trasera formaban su tren de aterrizaje. Su tripulación estaba compuesta por dos pilotos, un ingeniero de vuelo y seis azafatas. Para recibir combustible tenía una capacidad de 119,500 litros y un peso en vacío de 78,698 Kg.
EL CONCORDE EN CIELO MEXICANO
México tuvo en sus cielos al Concorde por algunos años solamente
El 20 de octubre de 1974 el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México recibió por primera vez al majestuoso Concorde que arribó a nuestro país en un vuelo de promoción para hacer negocio con empresas de viajes transcontinentales. Fue hasta 1978 cuando el Concorde de Air France estableció la ruta París-Washington-México realizando un vuelo de 7 horas 22 minutos con una escala en Washington que tomó 45 minutos para reabastecerse de combustible; el súper avión aterrizó en nuestro aeropuerto el 21 de septiembre de dicho año.
El Concorde siguió viajando regularmente a México los cuatro años siguientes hasta el 1 de noviembre de 1982 cuando la empresa Air France declaró que los usuarios de nuestro país no podían cubrir el costo elevado de este servicio.
El Concorde no solo hacía vuelos ordinarios entre continentes, había vuelos especiales como aquel que aterrizó en la capital del país el mes de marzo de 1987. Multimillonarios ingleses y estadounidenses respondieron a la convocatoria de la Agencia Goodwood Travel Limited para realizar una “vuelta al mundo en 17 días” como la que narró Julio Verne, pero en menos días. El 7 de marzo abordaron la nave en el Aeropuerto Heathrow de Londres y fueron viajando a ciudades como Moscú, El Cairo, Nueva Dheli, Pekín, Guam, México, Barbados regresando a Londres el 24 de dicho mes.
La estadía en México duró solamente 37 horas tiempo suficiente para llevar a los magnates a visitar, entre otras zonas turísticas, las pirámides de Teotihuacán, el Centro Histórico, y por supuesto el Museo de Antropología e Historia. Cada pasajero desembolsó para esta odisea 14 mil libras esterlinas que para entonces eran aproximadamente 2.1 millones de pesos.1
Seis años después y de manera sorpresiva el Concorde regresó a nuestro cielo regularmente a partir del 27 de marzo de 1993 realizando una estrategia bastante atractiva para hacerle competencia a los modernos aviones Boeing 747 que tenían una capacidad para 400 pasajeros.
La estrategia resultó exitosa y un grupo conformado por funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Secretaría de Turismo y directivos de diversos medios de comunicación abordaron el Concorde en Londres para reanudar su ruta hacia México. Como un regalo o cortesía de la aerolínea, el Concorde dio un paseo planeando literalmente sobre la Bahía de Acapulco para ser admirado.
EL FIN DE UN GRAN SUEÑO
Ciudad Juárez cuenta con el Museo del Concorde a partir de 2004
El majestuoso Concorde realizó su último vuelo en octubre de 2003 cuando las empresas British Airways y Air France acordaron cesar sus vuelos debido a factores como los altos costos de mantenimiento (cinco veces más de lo normal), y las tarifas elevadas (10 mil dólares ida y vuelta). No obstante, este super avión quedará en la memoria del mundo de la aeronáutica para siempre. Se estima que más de dos millones de pasajeros fueron transportados en él, y hoy en día se exhiben varios aviones de su tipo en museos al aire libre como el Museo del Aire y del Espacio en Le Bourget población cercana a París; en el Museo Nacional del Aire y el Espacio de Estados Unidos en la ciudad de Washington; y en el Museo de Autos y Técnica en la localidad alemana de Sinsheim, entre otros.
En la frontera norte de México, en el estado de Chihuahua, Ciudad Juárez se inauguró en 2004 el Museo del Concorde que guarda una importante colección de partes que fue enviada por los talleres de la línea British Airways, ubicados en Birmingham, Inglaterra de la famosa aeronave. En la colección destacan mecanismos hidráulicos, un motor Rolls-Royce Olympus y un tren de aterrizaje Bugatti entre otras partes.