El Puerto de Acapulco y su Conexión Asiática

El Puerto de Acapulco y su Conexión Asiática

En la búsqueda de una ruta hacia el Lejano Oriente, el explorador portugués Hernando de Magallanes descubrió las islas de Filipinas en 1521. La ubicación geográfica de dicho archipiélago resultó estratégica para el imperio español, ya que además de abrirse paso hacia Japón, la India y China, cincuenta años más tarde formó parte de un circuito comercial que comunicó a las colonias españolas. El hallazgo de dicha ruta que conectó a Asia con España, a través de Nueva España, se debe a Andrés de Urdaneta, quien llegó al puerto de Acapulco en 1565. A partir de entonces, éste se convirtió en uno de los puntos neurálgicos de la red de comunicación y de intercambio comercial del imperio. En 1573, Acapulco fue autorizada como la sede americana del comercio asiático y para 1579 se le otorgó el título de ciudad.

En 1573, Acapulco fue autorizada como la sede americana del comercio asiático y para 1579 se le otorgó el título de ciudad

El Galeón de Manila fue la embarcación autorizada por la corona española para realizar el comercio entre sus colonias. De acuerdo con los viajeros de la época, la travesía era sensacional como peligrosa, pues duraba alrededor de medio año. El navío ascendía hasta el puerto de San Francisco en California y poco después descendía por la costa del Pacífico, atracando en el puerto de Acapulco en el mes de diciembre. Durante su estancia en tierras novohispanas, entre los meses de enero y febrero, se desembarcaba la mercancía y se acordaban los precios de los lujosos productos asiáticos como la seda, porcelana o muebles de madera, aunado a la organización de su feria.

Placa que conmemora los viajes del Galeón de Manila a Acapulco, situada en la plaza México en Manila, Filipinas. Ramón F. Velásquez https://es.wikipedia.org/wiki/Gale%C3%B3n_de_Manila#/media/Archivo:Manilajf9742_16.JPG
Placa que conmemora los viajes del Galeón de Manila a Acapulco, situada en la plaza México en Manila, Filipinas. Ramón F. Velásquez https://es.wikipedia.org/wiki/Gale%C3%B3n_de_Manila#/media/Archivo:Manilajf9742_16.JPG

Además del Galeón de Manila, al puerto novohispano llegaban barcos del virreinato del Perú

A partir de 1593, Acapulco fue el único puerto autorizado de Hispanoamérica para sostener relaciones comerciales con Filipinas y China. Dicha medida provocó que los viajes se regularan y se excluyó a los comerciantes novohispanos de establecer un trato directo con las islas de Filipinas, disposición que favoreció a los comerciantes españoles. Esto quizá explique por qué el puerto de Acapulco sólo cobraba vida durante la estancia del Galeón de Manila, mientras que el resto del año los viajeros lo describen como una especie de aldea insalubre, con algunas chozas de madera o barro, así como una escasa población mulata que radicaba en el lugar.

A pesar de la escasa urbanización en el puerto, la feria de Acapulco era uno de los acontecimientos más importantes de la vida colonial, donde se reunían grandes y medianos comerciantes, provenientes de la Ciudad de México o de la región, que compraban la mercancía asiática, la almacenaban en la capital y luego la revendían o trasladaban al puerto de Veracruz con destino a la metrópoli, a cambio de la plata novohispana. Era tan significativo este evento que los más destacados funcionarios del virreinato solían visitarla, incluyendo al propio Virrey.

Además del Galeón de Manila, al puerto novohispano llegaban barcos del virreinato del Perú, interesados en intercambiar sus productos, como el cacao o el mercurio, por mercancías asiáticas. Debido a que la corona monopolizó el comercio hasta 1778, Acapulco también fue la puerta del comercio clandestino derivado de las prohibiciones coloniales impuestas desde la metrópoli.

El último viaje del Galeón de Manila se efectuó en 1815, servicio que fue suspendido por la guerra de independencia. No obstante, desde mediados del siglo XVIII, Acapulco perdió paulatinamente su relevancia económica con la apertura de otros puertos en el Pacífico que competían con éste, como San Blas o Panamá, así como la utilización de nuevas rutas de viaje como Cabo de Hornos. Aunado a lo anterior, también disminuyó el número de artículos asiáticos autorizados para su venta en América y, en consecuencia, de la plata transportada. Por último, pero no menos importante, la piratería inglesa, así como la ocupación británica de Manila en 1762, también son consideradas algunas de las causas que terminaron por arruinar al emblemático puerto de Acapulco.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Bonialian, Mariano. El Pacífico hispanoamericano: política y comercio asiático en el Imperio Español (1680-1784). México, El Colegio de México- Colegio Internacional de Graduados, 2012.
Bonialian, Mariano, “Acapulco: Puerta abierta del Pacífico, válvula secreta del Atlántico”, en: Olveda, Jaime (coord.). Relaciones intercontinentales Nueva España y Filipinas. México, El Colegio de Jalisco, 2017.
Bonialian, Mariano, La América Española: entre el Pacífico y el Atlántico. Globalización mercantil y economía política, 1580-1840. México, El Colegio de México, 2019.
 
Portada: Ruta que seguía el galeón desde Manila, Filipinas hasta Acapulco, México https://i1.wp.com/www.zaichina.net/wp-content/uploads/2013/05/ruta-galeon-de-manila-mapa-antiguo.jpg