Tren “La Cucaracha”
En la historia de los ferrocarriles en México no solo han destacado las principales vías que llegaron a cubrir el vasto territorio nacional como la México-Veracruz, México-Nuevo Laredo o la México-Ciudad Juárez, por mencionar algunas. También dejaron huella aquellos trenes que por una u otra razón se convirtieron en símbolos de este transporte: el tren amarillo que obsequió la Compañía Pullman al general Porfirio Díaz para su uso personal; el tren presidencial Olivo que transportó a 10 presidentes de la República; la locomotora N. de M. 40 primera máquina hecha totalmente en México o bien los diversos trenes que formaron parte del Servicio Estrella de los Ferrocarriles Nacionales de México hacia 1987 como “El Tapatío”, “El Purépecha”, “El Oaxaqueño”, “El Constitucionalista”, “El Regiomontano”, etc.
En este marco tiene cabida un pequeño tren conocido como “La Cucaracha”, grabado en la memoria de numerosos habitantes de la zona limítrofe entre los estados de México e Hidalgo, y cuya historia es digna de contarse.
“LA CUCARACHA” EN EL GRAN CANAL DEL DESAGÜE
En 1886 se creó el Ferrocarril del Desagüe del Valle de México, un tren de vía angosta que colaboró en la construcción del Gran Canal del Desagüe
Uno de los problemas más apremiantes que enfrentó la Ciudad de México desde el siglo XVII fueron las severas y frecuentes inundaciones. El gobierno de don Porfirio Díaz decidió terminar con este flagelo y dispuso para tal efecto cuantiosos recursos. Se realizó entonces un Gran Canal que condujo las aguas fuera de la ciudad, pasando por un túnel y saliendo por un tajo (excavación o corte vertical profundo realizado en la tierra o en formaciones rocosas) para integrarse al río Tula y así siguieron su cauce hasta descargar en el Golfo de México.1
Para apoyar esta magna obra se dispuso en 1886 de un tren de vía angosta: el Ferrocarril del Desagüe del Valle de México, conocido posteriormente como “La Cucaracha”, cuya primera tarea consistió en transportar obreros, materiales y maquinaria desde la población de San Cristóbal Ecatepec hasta el Tajo de Tequixquiac, su ruta inicial. Una vez terminadas las obras del Gran Canal a fines de 1899, dicho ferrocarril fue entregado junto con sus terrenos, estaciones y otros inmuebles de apoyo, a la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas que lo destinó al servicio público.2 Su recorrido sería: Ciudad de México-Zumpango-Tequixquiac-Apaxco-Progreso.
UN NUEVO USO
A principios del siglo XX “La Cucaracha” empezó a transportar mercancías y productos de la región, como el pulque producido en las haciendas de los estados de Hidalgo y México que era llevado hasta la capital del país. Durante la revolución este tren cargó armamento y provisiones para apoyar tanto a los federales como a las tropas zapatistas. Poco después se le agregó un vagón de pasajeros pequeño.
El apodo de “La Cucaracha”, según las crónicas locales, se debió a su paso lento que en ocasiones descarrilaba
A su paso por comunidades y poblaciones, el pequeño tren se hacía escuchar por su ruidoso silbato y se reconocía por sus llamativas fumarolas -a manera de un penacho de plumas- lanzadas por su máquina de vapor. Al pasar por terrenos blandos y escabrosos su transitar se hacía lento pues transportaba una pesada carga, y en ocasiones descarrilaba, razones por las que -se dice- fue llamado “La Cucaracha” aludiendo a una canción tradicional de origen español, muy socorrida en la época revolucionaria:
La cucaracha, la cucaracha
ya no puede caminar;
porque no tiene, porque le falta
marihuana que fumar.
Existe otra interpretación del singular apodo del tren, entre 1920 y 1927 fue prohibida la venta, uso recreativo, producción y exportación de marihuana o cannabis en México. Quizá este tren llevaba marihuana escondida en sus carros de carga. Cabe mencionar que a este tren se le conoció también como “La Mochita” dado su muy corta extensión (locomotora y tres vagones pequeños).3
Según crónicas locales “La Cucaracha” entró en una etapa de modernización hacia 1937 cuando su taller fue ampliado y su locomotora y escasos tres vagones fueron reparados.4 El costo del boleto era de entre 50 y 60 centavos y el tiempo de recorrido de la población de Jaltenco a la Ciudad de México era de tres a cinco horas máximo.
En la población de Zumpango, estado de México, se encontraban los talleres generales de “La Cucaracha” que fueron muy bien aprovechados por la fábrica de telas La Hortensia para distribuir sus mercancías en la región.
El tren “La Cucaracha” dejó de operar el 18 de septiembre de 1942 tras una huelga de sus trabajadores
La antigua vía del Ferrocarril del Desagüe del Valle de México llegó a contar con 34 estaciones; y a su paso unió a más de un centenar de pueblos, haciendas, ranchos, villas y ciudades. Los trabajadores de este ferrocarril formaron la empresa Alianza Ferrocarrilera Mexicana S. C. L. que al irse a huelga el 18 de septiembre de 1942 causó la extinción de “La Cucaracha”5; más de 250 trabajadores entre maquinistas, garroteros, fogoneros, motoristas, etc., quedaron desempleados.
El comercio también fue afectado pues se alteró el transporte de cal, cemento y piedra de la población de Apaxco; de tabiques y toneladas de arena provenientes de Zumpango, así como de otras mercancías del municipio de Zumpango y del Valle del Mezquital (trigo, frijol, ganado bovino, aves de corral, maíz, paja, zacate, etc.).