Tren “El Tapatío” y su taca taca taca
En 1987 Ferrocarriles Nacionales de México desarrolló un programa ambicioso de amplio alcance al establecer el Servicio Estrella como columna vertebral del transporte ferroviario de pasajeros a lo largo y ancho del país. Se trataba de ofrecer a todos los viajeros unidades modernizadas, cómodas, con servicios de primera clase que estuvieran al alcance de todos los bolsillos. Cabe mencionar que en los talleres del Sistema Ferroviario Nacional fueron rehabilitados numerosos coches dormitorio, carros comedor y observatorios. En este marco fue inaugurado oficialmente el 22 de junio el llamado nuevo tren “El Tapatío” que unía a dos de las tres ciudades más importantes de la nación: México y Guadalajara. El banderazo inicial lo dio el entonces director de Ferrocarriles Nacionales de México Andrés Caso Lombardo.
SERVICIO DE PRIMERA ESPECIAL
El nuevo tren “El Tapatío” ofrecía en sus coches dormitorio ropa de cama completamente nueva y aire acondicionado
Ferronales puso a disposición del público en este tren un nuevo concepto de viajar en ferrocarril: el servicio de primera especial numerada, categoría que disponía de asientos cómodos y reclinables, acompañados de una mesa para colocar los alimentos. El piso de los vagones estaba alfombrado y los baños tenían su respectivo mobiliario.
Los coches dormitorio de “El Tapatío”, afirmaba un artículo del periódico El Universal, fueron “habilitados con ropa de cama completamente nueva y aire acondicionado. Por lo que hace al carro comedor, la mantelería, vajilla y cubiertos son nuevos también, y la colocación de las mesas permite espacios suficientes para disfrutar la estancia. El carro observatorio dispone de amplios espacios y mesas confortables, donde los usuarios pueden disfrutar de su bebida predilecta y de juegos de salón.”1
El tren “El Tapatío” no solo mostraba mejoras materiales en su servicio, también aportó avances en el trato del personal y de la tripulación hacia los pasajeros, producto de los cursos de capacitación que tomaron para ello. La empresa ofrecía también servicio de edecanes y atención tanto a minusválidos como a damas y niños principalmente. A lo largo del viaje, las edecanes se encargaban de repartir a los pasajeros diversa información turística (folletos, guías, mapas, etc.) relacionada con los servicios más importantes de las ciudades de México y Guadalajara (hoteles, atractivos, restaurantes, etc.).
EL “TACA TACA” DE “EL TAPATÍO”
“…y cada vez que pasaba una rueda de la máquina por esa separación hacía un ruido de taca, taca, taca…”
“Este tren usaba locomotoras de origen ruso llamadas “Niágara” - relata el Ing. Rogelio García Castro astrónomo e investigador jalisciense-. Era el famoso tren Pullman en un paseo romántico…alquilaba uno su alcoba: tenía cama y baño particular. A la hora de cenar se pasaba uno al último vagón que era el carro comedor para disfrutar un paseo de 12 horas.
“El resto de la noche dormía uno no muy tranquilo, porque las vías del ferrocarril estaban en aquel entonces un poco separadas, y cada vez que pasaba una rueda de la máquina por esa separación hacía un ruido de taca, taca, taca y a veces no dejaba dormir muy bien.”2
En el periódico El Universal el servicio de tren “El Tapatío” se anunciaba así: sale de la ciudad de México a las 20:40 y llega a su destino a las 8:10 del día siguiente. De la ciudad de Guadalajara parte a las 20:55 y llega a la capital del país a las 8:08 de la mañana. Por último, hay que agregar que las tarifas de este tren incluían los alimentos. Además, se le daba al público usuario distintas opciones de viajar tomando siempre en cuenta su presupuesto y necesidades.
EL “REMOJO” DE “EL TAPATÍO”
Cuatro de sus siete vagones descarrilaron casi recién estrenado
En su viaje de regreso (Guadalajara-México) “El Tapatío” sufrió un accidente a las 2:50 horas del 26 de junio en los patios de maniobra de la estación de la ciudad de Celaya, Guanajuato. Por fortuna ninguno de los 70 pasajeros que iban en él resultó herido, sin embargo, cuatro de los siete vagones que formaban el convoy se descarrilaron resultando estrellados los cristales de las ventanillas.3
Como sucedía en estos casos personal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, así como superintendentes ferroviarios, llegaron al lugar del accidente para iniciar las investigaciones pertinentes.