Los murales del Centro SCOP
En esta segunda parte del artículo sobre los murales del antiguo Centro SCOP, mostramos las obras de los distinguidos pintores: Arturo Estrada, Jorge Best, José Gordillo, Guillermo Monroy, Luis García Robledo y Rosendo Soto, quienes trabajaron simultáneamente con Juan O’Gorman y José Chávez Morado para lograr una notable obra de integración plástica, a la cual se sumaron también los reconocidos escultores Francisco Zúñiga y Rodrigo Arenas Betancourt.
Arquitectura, pintura y escultura: integración plástica total lograda en el Centro SCOP
Los cuatro muros cabeceros del edificio C del Centro SCOP, con vista a la avenida Xola, junto con otros dos -del mismo edificio- situados a un costado de las rampas de acceso al estacionamiento interior del conjunto, albergan al resto de los murales que han distinguido por casi 70 años a este conjunto icónico de la ciudad de México. Se representa en ellos la relación entre el ser humano y los cuatro elementos de la naturaleza: aire, fuego, agua y tierra; el esfuerzo humano y la tecnología empleada para crear las distintas vías de comunicación; así como un reconocimiento a los sectores campesino y obrero por su trabajo fecundo realizado para el buen desarrollo del país.
EL AIRE
En la cabecera extrema izquierda del edificio C, el maestro Arturo Estrada quien fuera discípulo de Diego Rivera, José Chávez Morado y Frida Kahlo1, realizó el mural El Aire. Al centro figura la representación estilizada de Ehécatl, dios del viento, a la manera prehispánica. Otra deidad, Quetzalcóatl, aparece en forma de serpientes en la base del mural con las cabezas enfrentadas, y en la parte superior miran hacia lados opuestos.
El elemento aire juega un papel importante para las telecomunicaciones
Los personajes que aparecen a lo largo del mural ejemplifican las tareas de comunicación que realiza el ser humano a través del aire o de la atmósfera terrestre: mensajes por paloma mensajera, torre de transmisión, la radio, el teléfono, la aviación (piloto aviador), el telégrafo y la televisión. El campesino que carga su cosecha de trigo, resalta la importancia fundamental de su trabajo para la sociedad mexicana.
EL FUEGO
El maestro Jorge Best, experto en las técnicas muralistas basadas en el empleo de mosaicos, piedras, azulejos, barro cocido y esmaltado2, ocupó la cabecera centro izquierda del edificio C para realizar el mural llamado El Fuego. La imagen estilizada de Tonatiuh, el dios solar, con su halo de vibrantes llamas preside la escena al centro del mural; en la base, dos serpientes se enredan o envuelven en una llamativa corriente de fuego como sinónimo de energía.
El fuego es sinónimo de energía y los energéticos se aprovechan para el desarrollo de los transportes
En este mural se muestra el aprovechamiento de los energéticos para el desarrollo de los transportes. En el extremo izquierdo, se observa a un maestro soldador hacer su trabajo en grandes vigas y paneles metálicos, un campesino maneja un tractor ayudando a su compañero a cosechar el maíz. En la parte superior aparecen, entre otras figuras, una locomotora de vapor, un avión de propulsión a chorro y el símbolo de la energía atómica con las partículas eléctricas orbitando el núcleo.
Por su parte, en el extremo derecho se ubica la imagen de un ingeniero con un plano en sus manos que alude a la invención de la máquina de vapor, que representa a la revolución industrial del siglo XIX. Junto, se encuentra un herrero transformando el metal para lo cual emplea el fuego. Encima se avista un barco de vapor y un cometa con su estela de luz.
FAMILIAS OBRERA Y CAMPESINA
Al centro del edificio C, haciendo marco a su entrada principal, Juan O’Gorman realizó un par de murales representando a la familia como la base de la sociedad y de la nación.3
O’Gorman: la familia es la base de la sociedad y de la nación
A la izquierda, se observa a la familia del obrero personificada por el papá vestido con su overol característico y un pequeño paliacate, la esposa con su mandil de trabajo sostiene un banderín con los colores nacionales, mientras, su par de pequeños hijos los acompañan. Dos de engranes al centro, completan la escena.
En la parte derecha, tiene cabida la familia del campesino a quien se le ve con su pala mirando a su mujer quien, además de cargar una canasta con alimentos, sostiene en su mano izquierda la hoz, símbolos de la ayuda que ofrece a su esposo en los días de trabajo; los acompaña su hija con una mazorca de maíz recién cortada.
EL AGUA
En la cabecera centro derecha del edificio C, el pintor José Gordillo4 plasmó en su mural El Agua los beneficios que ha traído este elemento para la humanidad. Lo preside una gran máscara estilizada de Tláloc, dios de la lluvia, y tiene como fondo ramales de agua. Conforma su base una corriente de agua en la que se inscriben diversos animales acuáticos: tortugas, peces, crustáceos, ranas y lagartos.
La riqueza marina de México es distribuida por los barcos cargueros
Dos indígenas mayas enmarcan la escena general de este mural: el hombre -que carga un enorme pez- se conecta con la mujer, situada en el extremo derecho, mediante una corriente de agua que sale del caracol que toca ella. Sobre dicha corriente, se aprecian barcos diversos entre ellos un buque petrolero, un buque de guerra y un barco de pasajeros.
Varios personajes aparecen sobre la base, el indígena maya mencionado paga a un español de la época de la conquista por la pesca que hizo, lo atestigua otro indígena sentado que porta el dibujo de una carabela española. Un marino armado mira con enojo al español por cobrarle al indígena el pez que acaba de pescar. En el otro extremo, un ingeniero naval muestra a un obrero los planos de un barco que trae en la mano; completa la escena un campesino que siembra diversas semillas en la tierra con su pala.
LA TIERRA O DESARROLLO DE LAS COMUNICACIONES EN UN MUNDO DE PAZ
Este mural situado en la cabecera extrema derecha del edifico C concluye el conjunto de murales que da a la avenida Xola. Su autor Guillermo Monroy, discípulo predilecto de Frida Kahlo5, expresa en él la visión de un mundo terrenal en armonía. En la base presenta un par de hermosas serpientes estilizadas a la manera prehispánica que simbolizan la riqueza de la tierra vegetal (izquierda) y el hermoso plumaje del dios Quetzalcóatl (derecha). Al centro del mural se aprecia un gran mapamundi rodeado por cuatro mujeres desnudas que simbolizan igual número de razas principales (blanca, negra, roja y amarilla) que pueblan la tierra.
En un mundo en paz y armonía figuran el arte, el deporte, la ciencia y las razas humanas
El arte y el deporte tienen cabida en el extremo izquierdo representados por una bailarina y un atleta portando la antorcha olímpica debajo de la cual se ubica un carnero; los acompaña un hombre sentado que sostiene un objeto. En el extremo derecho figuran un médico cargando un microscopio y un obrero vestido con su clásico overol, separados por un gran canasto de frutas; un buey recostado y un árbol con flores blancas complementan la escena.
En el remate se observan barcos, camiones de pasajeros, aviones y una franja que se extiende a lo largo del mural, llena de huellas de pisadas humanas como símbolo de un largo camino.
AL HÉROE DEL TRABAJO
En el muro del edificio C, perpendicular al Eje Central Lázaro Cárdenas, y que da a la plaza oriente del Centro SCOP se armó este mural realizado por el maestro Luis García Robledo6, cubano de origen. Rinde en él un homenaje a los trabajadores que dan prácticamente su vida para construir la infraestructura del país, sumando a su capacidad y esfuerzo los adelantos tecnológicos del momento.
El mural se divide en dos partes, la izquierda nos muestra el empleo de un poderoso tractor que luce una mano mecánica para levantar pesados bultos y así moverlos de lugar, y la detonación de dinamita para abrir la montaña del fondo y continuar con la colocación de los rieles para el paso del ferrocarril.
El sindicato de la SCOP tiene su lugar en los artísticos murales
En la parte derecha se representa el velorio de un trabajador sindicalizado de la SCOP (ver estandarte), muerto accidentalmente en la ejecución de una obra. Una mujer le cubre el rostro con una sábana, mientras que su compañero le acerca la que fuera su herramienta de trabajo, un gran martillo. Sus hijos están a la espera de participar y cubrir el cuerpo de su padre con la bandera nacional, y colocarle flores de cempasúchil, mientras que su esposa le llora sentada a sus pies.
CAMPESINOS Y OBREROS O INTERCAMBIO DE PRODUCTOS
Sobre un último muro del edificio C, que da a la plaza poniente del centro SCOP, Rosendo Soto tapatío formado en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos7 realizó este mural que tiene como objetivo principal mostrar la importante labor de los campesinos y obreros en la conformación de la producción agrícola y el desarrollo de la tecnología relacionada con la tierra.
Campesinos y obreros, base fundamental del desarrollo nacional
Preside la escena una especie de escudo casi circular conformado por un marco de tierra con huellas humanas, y en su interior unos dentículos que semejan un engrane junto con un símbolo prehispánico que representa al sol. Abrazan a esta figura una mujer vestida de tehuana y un obrero posando sus manos en la parte superior. De ahí se desprende un pequeño tronco y sus numerosas ramas y hojas que abarcan todo lo largo del mural.
El grupo de la izquierda presenta en su base o subsuelo la figura de una mujer que simboliza la producción agrícola, tendida en el aire y cargando un ramo de plantas. Sobre dicha base, cuatro campesinos se reúnen alrededor de una bomba de irrigación, acompañados de algunos productos del campo como el maíz y una penca de plátanos.
En el extremo derecho, se encuentra en el subsuelo un par de hombres suspendidos también en el aire, el primero tiene en su mano un compás, y el segundo un engrane de buen tamaño, ambos representan a la tecnología y su relación con la tierra. Sobre de ellos destaca un grupo más numeroso formado por cuatro mujeres campesinas que ofrecen diversos productos del campo y del mar a tres obreros relacionados con la actividad industrial; subrayan la escena una máquina de coser, un gran torno y otra máquina pequeña.
LA ESCULTURA, ÚLTIMO VÉRTICE DE LA INTEGRACIÓN PLÁSTICA
Para cerrar el triángulo perfecto que supone el logro de la integración plástica que une en armonía a la arquitectura, pintura y escultura, el Arq. Carlos Lazo, secretario de Comunicaciones y Obras Públicas (1952-1955), invitó a los destacados escultores Francisco Zúñiga y Rodrigo Arenas Betancourt a dejar huella de su talento participando en la magna obra del Centro SCOP.
LA TIERRA Y LAS COMUNICACIONES
Sobre la fachada del edificio B que da al Eje Central Lázaro Cárdenas, el maestro Zúñiga -costarricense de origen- cuyo “lenguaje escultórico es poderoso y singular”8, realizó a ambos lados del acceso el estupendo altorrelieve La Tierra y las Comunicaciones de 200 metros cuadrados y siete metros de altura máxima, labrado en piedra chiluca gris, cuya fábrica tomó un año entero a cargo de canteros especializados bajo las órdenes del mismo Zúñiga. Esta monumental obra representa diversas alegorías sobre las comunicaciones, la industria y la agricultura.
Altorrelieve de Zúñiga, labrado en piedra chiluca, abarca 200 metros cuadrados y siete metros de altura máxima
Se divide en dos partes, en el ala izquierda apreciamos inicialmente un grupo presidido por la figura de una mujer semidesnuda que simboliza a la Patria nueva, sobre su cabeza se apoya un hombre que libera la energía producida por el ser humano: la electricidad -representada por un rayo- elemento que contribuirá al desarrollo del país. Acompañan a la Patria un joven técnico con sus instrumentos en mano, y una familia de mineros al lado de la torre de un pozo petrolero alusiva a otra fuente de energía. En la parte inferior, a la izquierda, se encuentran dos hombres que reman en una pequeña barca, y otro que los auxilia jalando una cuerda, se representan así a los transportes marítimos.
El conjunto del extremo izquierdo personifica los medios ancestrales de comunicación: el cartero sobre su caballo entrega una carta a una mujer; otra figura femenina en pose de vuelo toca un caracol para comunicarse por medio del sonido; por último, la figura de un indígena tocando el huéhuetl o tambor presume el inicio de las telecomunicaciones.
El altorrelieve del ala derecha comienza con la representación de la Tierra semivestida por una planta de maíz que crece hasta su abdomen. Sobre su cabeza, un joven sol la fecunda y la hace abrir sus brazos y manos para distribuir sus frutos y simientes. De pie acompañan a la Tierra, una mujer indígena que le sostiene el codo con su mano derecha y un obrero con unas pinzas de enorme tamaño. A los pies de la Tierra se reúnen en la parte inferior tres mujeres indígenas representativas de las razas del altiplano, tehuana, y mestiza yucateca que intercambian sus dones mientras un par de bueyes complementan la escena.
El grupo de la extrema derecha lo forman, en la parte superior, una mujer en pose de vuelo también -símbolo de la comunicación aérea- que descarga ramos de trigo, y que parece apoyarse sobre otra mujer indígena; para concluir este mural en altorrelieve, se observa un cargador o tameme con su carga de maíz contenido en un chiquihuite, que representa a las comunicaciones terrestres.
El maestro Zúñiga realizó también, por encargo del Arq. Lazo seguramente, varios bustos de personajes históricos de México, así como de los primeros secretarios de Comunicaciones y Obras Públicas. Estas figuras se ubicaron durante muchos años en las oficinas y vestíbulos de las diferentes dependencias de esta secretaría que formaron el Centro SCOP.
CUAUHTÉMOC
El Cuauhtémoc de Arenas Betancourt, es un protector y defensor de la Patria
Uno de los personajes más entrañables de nuestra historia patria, Cuauhtémoc, el último tlatoani azteca, se ve representado en el Centro SCOP a través de una escultura singular y “desprovisto de plumas, tatuajes y vestiduras rituales para dejarlo en su pura dimensión humana.”9 Su autor es el maestro Rodrigo Arenas Betancourt, colombiano de origen y experto en la estética del arte precolombino.10
La escultura se encuentra en la plaza oriente que da al Eje Central Lázaro Cárdenas. Se levanta sobre un pedestal compuesto por un haz de esbeltas columnas, y mira hacia el sur para que los rayos del sol logren en ella mejores claroscuros al pasar de los días y estaciones del año.
En esta escultura, Cuauhtémoc se muestra protector y defensor a la vez de la Patria, representada por una mujer desnuda y de cabellos largos que sostiene en su mano izquierda una mazorca de maíz germinado, la cual es también sostenida por la mano izquierda del personaje, mientras que en la otra levanta una hoja de obsidiana para repeler cualquier ataque.
La espalda del héroe está cubierta por una enorme águila de alas extendidas en posición de picada, que responde al significado de Cuauhtémoc: “águila que desciende”.
REFERENCIAS
1 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 135.
2 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 130.
3 Centro Nacional SCT Patrimonio Artístico. SCT, México, 1988, p. 64.
4 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 136.
5 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 138.
6 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 136.
7 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 140.
8 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 141.
9 Centro Nacional SCT Patrimonio Artístico. SCT, México, 1988, p. 174.
10 Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998, p. 129.
BIBLIOGRAFIA
Centro Nacional SCT Patrimonio Artístico. SCT, México, 1988.
Patrimonio Artístico de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. SCT, México, 1998.
Portada: Símbolo prehispánico estilizado del mural Independencia y Progreso. SCT.