Judith Reyes, “una voz de protesta”

Judith Reyes, “una voz de protesta”

“A mi déjenme con mi guitarra y mis convicciones, que son fuerza vital…”
La otra cara de la historia, Judith Reyes

 

Nacida en el seno de una familia pobre, Judith Reyes llegó a este mundo el 22 de marzo de 1924 en Ciudad Madero, Tamaulipas, cuando México ingresaba a una etapa de nacionalismo y recuperación económica.

De niña atestiguó los esfuerzos de su madre por sacar adelante a sus hijos

Con una infancia marcada por la ausencia del padre, quien emigró a los Estados Unidos para buscar trabajo, la pequeña Judith atestiguó los esfuerzos de su madre por sacar adelante a sus hijos, lavando y planchando la ropa de sus vecinos.

Debido a su riqueza petrolera y a sus actividades ferroviaria y portuaria, Tampico se convirtió en un polo de desarrollo económico para México durante los años de reconstrucción nacional. Fotos recuperadas de: Milenio y El Sol de Tampico.
Debido a su riqueza petrolera y a sus actividades ferroviaria y portuaria, Tampico se convirtió en un polo de desarrollo económico para México durante los años de reconstrucción nacional. Fotos recuperadas de: Milenio y El Sol de Tampico.

Rebelde y curiosa desde entonces, “Judas” -como la llamaban cariñosamente en casa- no tuvo muñecas con las que jugar, por lo que dedicó largas horas a correr con la “palomilla” de su barrio, a trepar árboles de ciruelos, a bailar el trompo y a usar la resortera en guerras feroces e imaginarias.

En la segunda década del siglo XX, Ciudad Madero vivió un proceso de urbanización que permitió la existencia de colonias donde se asentaron trabajadores del campo, del petróleo y del ferrocarril. Fotos recuperadas de: US Library of Congress y Benson Latin America Collection.
En la segunda década del siglo XX, Ciudad Madero vivió un proceso de urbanización que permitió la existencia de colonias donde se asentaron trabajadores del campo, del petróleo y del ferrocarril. Fotos recuperadas de: US Library of Congress y Benson Latin America Collection.

Recibió de su padre una guitarra sexta doble que transformó su vida

Su espíritu libre la llevó al mundo del conocimiento plasmado en los libros, animándola a leer historias fantásticas y de aventuras. Convencida de que debía encontrar un camino y “una voz propia”, Judith recibió a los 12 años de edad, un regalo que transformó su vida, una guitarra sexta doble que, pese a sus cuerdas y mecanismos oxidados, le permitió descubrir en la música una forma de expresión y de sobrevivencia.1

Judith Reyes se inició formalmente en el canto en 1939, presentándose en pequeños teatros de variedades en Tampico, así como en los diferentes campos petroleros esparcidos por su estado natal.

Por la cantidad de empleados trabajando en las refinerías de Tampico, Judith Reyes ofreció numerosos conciertos entre un público que escuchaba entusiasmado sus canciones. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Por la cantidad de empleados trabajando en las refinerías de Tampico, Judith Reyes ofreció numerosos conciertos entre un público que escuchaba entusiasmado sus canciones. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

En la década de los cuarenta participó en programas transmitidos en la radiodifusora del puerto de Tampico. Fue ahí donde conoció a Eduardo Alarcón Leal, con quien además de casarse, integraría el “Dueto Alarcón” llevando su música años después, por varios estados de la República mexicana.

Luchando contra empresarios por tener espacios donde presentarse, así como por obtener “mejores contratos”, Judith Reyes logró conocer “la forma geográfica del país” en giras y caravanas. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Luchando contra empresarios por tener espacios donde presentarse, así como por obtener “mejores contratos”, Judith Reyes logró conocer “la forma geográfica del país” en giras y caravanas. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Empezó a cantar en fiestas organizadas por los trabajadores portuarios. Después, y organizados en cooperativa, presentó su espectáculo en escuelas, cines y jacalones. Fotos recuperadas de: Noticias de Tampico.
Empezó a cantar en fiestas organizadas por los trabajadores portuarios. Después, y organizados en cooperativa, presentó su espectáculo en escuelas, cines y jacalones. Fotos recuperadas de: Noticias de Tampico.

CANTAR PARA EL PRESENTE CONTRA LA REPRESIÓN Y LA INJUSTICIA

 

Para “no lucir pobre en escena” usó aretes de filigrana, pulseras y trajes de colores brillantes que definieron su estilo único, igual que sus primeras composiciones. Foto recuperada de: Revista Proceso.
Para “no lucir pobre en escena” usó aretes de filigrana, pulseras y trajes de colores brillantes que definieron su estilo único, igual que sus primeras composiciones. Foto recuperada de: Revista Proceso.

En los años 40 se consolidó como una de las mejores compositoras de música mexicana

A los 18 años de edad y con el firme propósito de que su canto fuera escuchado en todo el país, Judith Reyes se trasladó a la Ciudad de México en 1942, para iniciar una nueva etapa en su vida profesional. En la capital conoció a destacados intérpretes que, al cabo de una década, la considerarían como una de las mejores compositoras de música ranchera y corridos mexicanos.2

En un entorno ensombrecido por la Segunda Guerra Mundial, buscó en la Ciudad de México una oportunidad para hacer oír su música. Fotos recuperadas de: Mexico here and there y El Universal.
En un entorno ensombrecido por la Segunda Guerra Mundial, buscó en la Ciudad de México una oportunidad para hacer oír su música. Fotos recuperadas de: Mexico here and there y El Universal.

Siendo una artista reconocida en estaciones radiofónicas como la XEW, la XEQ y la XEX, Judith dejó de “producir música comercial” en el año de 1952 con el fin de incursionar en un género que poco después (1956), sería conocido como “canción de denuncia política o música de protesta”.3

Bautizada por Tata Nacho como “La Tamaulipeca” trabajó en la radio, carpas, centros nocturnos y en cuadriláteros de box ubicados en barrios populares. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Bautizada por Tata Nacho como “La Tamaulipeca” trabajó en la radio, carpas, centros nocturnos y en cuadriláteros de box ubicados en barrios populares. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Con sus canciones se solidarizó con la causa y la lucha de los desposeídos

Consciente de la dura realidad sufrida por amplios sectores del pueblo mexicano, que todavía en la segunda mitad del siglo XX, padecían hambre, pobreza extrema e injusticia social, Judith Reyes se solidarizó con “la causa de los desposeídos” mediante cientos de composiciones en las que relató la historia y la lucha de los marginados.

El compromiso social de la cantautora también se reflejó en el periodismo, pues en la década de los sesenta comenzó a publicar en el diario El Monitor, de Parral, Chihuahua, crónicas, entrevistas y testimonios de obreros, campesinos, mujeres, ancianos y niños trabajadores. Aquellas “letras combativas” propiciaron que, en 1962, Judith fuera encarcelada en la prisión de la capital del estado y expulsada de Chihuahua, un año después.

Tras dejar El Monitor fundó el periódico “Acción. Voz revolucionaria del pueblo”, en cuyas páginas exhibió la corrupción y la brutalidad del gobierno de Chihuahua. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Tras dejar El Monitor fundó el periódico “Acción. Voz revolucionaria del pueblo”, en cuyas páginas exhibió la corrupción y la brutalidad del gobierno de Chihuahua. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Sin claudicar a sus ideas ni a su conciencia social, la cantante se desplazó a la Ciudad de México para ofrecer recitales como “corridista” en la Academia de San Carlos, la Escuela de Agricultura de Chapingo, el Instituto Politécnico Nacional y en diversos planteles de la UNAM, lugares donde sus letras además de ser escuchadas, circulaban impresas en folletos y cancioneros.

Conocida como “la mujer de canto revolucionario” documentó musicalmente el movimiento de 1968

Fue durante el movimiento estudiantil de 1968, cuando la compositora decidió “documentar e historiar musicalmente”, el autoritarismo y la represión en contra de los jóvenes mexicanos. Víctima de la censura por parte del gobierno federal, “la mujer de canto revolucionario”, nuevamente, fue aprehendida y orillada al exilio en Francia e Italia, donde fundó el Comité por la Defensa Física y Moral de los Presos Políticos de México.4

Por usar las armas de su voz, sus letras y su guitarra fue censurada y apresada en 1968 y, un año después, secuestrada y amenazada de muerte si no “abandonaba las canciones de protesta”. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Por usar las armas de su voz, sus letras y su guitarra fue censurada y apresada en 1968 y, un año después, secuestrada y amenazada de muerte si no “abandonaba las canciones de protesta”. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Su activismo en el extranjero la llevó “a alzar su voz y tomar el fusil de su guitarra” para ofrecer conciertos en el College St. Marie en Montreal, Canadá, en la Universidad de la Sorbona, en el Politécnico de París y en la Universidad de Grenoble, Francia, así como en el Piccolo Teatro de Milan y en el Circolo Culturale “La Comuna”, en Italia.5

Decidida a “no dejar que la silenciaran” partió de México para seguir difundiendo su mensaje de lucha y libertad. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Decidida a “no dejar que la silenciaran” partió de México para seguir difundiendo su mensaje de lucha y libertad. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Entre 1971 y 1980, Judith Reyes extendió “las alas de un canto nuevo” en diferentes naciones de Europa, Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.
Entre 1971 y 1980, Judith Reyes extendió “las alas de un canto nuevo” en diferentes naciones de Europa, Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.

Su prestigio artístico y político trascendió en numerosos países de Europa, América Latina y los Estados Unidos. En la década de los ochenta Judith Reyes se dedicó a la escritura de libros como El Cantar materialista de la historia (1986) y El Corrido, presencia del juglar en la historia de México (1987).

Murió en 1988 dejando un legado musical y libertario que delineó “la otra cara de la patria”

Reconocida entonces como la “pionera de la canción de protesta”, la creadora de un sinnúmero de corridos, huapangos y coplas, murió el 27 de diciembre de 1988 a los 64 años de edad, dejando un legado musical y libertario que delineó “la otra cara de la patria.”

 

 

 

REFERENCIAS

1 En su libro autobiográfico, escrito en 1974, Judith Reyes rememoró: “Tras el cercado vimos a mi padre que se aproximaba lentamente con una guitarra en la mano. Llegó y poniéndola en mi regazo dijo: ¡Toma, si quieres cantar, aprende a tocar! [Después] me trajo un maestro que aconsejó cambiarla por una adecuada al tamaño de mis manos. Al poco tiempo ya me acompañaba todo lo que cantaba y empecé incluso a componer canciones.” En La otra cara de la patria, México, UNAM, 2019, p. 27.
2 Fue el cantante mexicano Jorge Negrete, quien popularizó algunas de las canciones de Judith Reyes, particularmente, “La parranda larga”, la cual interpretó en la película El Rapto, escrita y dirigida en 1953 por Emilio “El Indio” Fernández. Rosa de Castilla, Tito Guizar, La Torcacita y Andrés Huesca también cantaron piezas como “Aborréceme si quieres”, “Corazón burlado”, “El hombre que quiero” y “Sufriendo y penando” que se volvieron éxitos radiales y discográficos.
3 En su libro de memorias, Judith Reyes explicó que una de las razones para dejar de producir canciones comercialmente obedeció a la muerte de Jorge Negrete, ocurrida en 1953, en Los Ángeles, California, EUA, asegurando: “Me dolió mucho la muerte del que, valiendo tanto, había tenido para mí, insignificante compositora, atenciones y afecto. […] Estuve atolondrada muchos días y finalmente resolví no volver a ocuparme de componer canciones. ¿Para qué? La mayor parte de los intérpretes mostraban fastidio cuando los asediaba con mis cuartetas bajo el brazo. Lo mismo sucedía en las casas grabadoras. Había muerto el mejor de todos y por eso no volvería a componer canciones para nadie.” En La otra cara de la patria, pp. 49-50.
4 En los primeros meses del año 1970, Judith Reyes entonces exiliada en París, Francia recibió cartas dirigidas por los presos políticos de 1968, encarcelados en el Palacio de Lecumberri. En ellas, reconocieron su labor “de luchadora incansable a favor de las causas populares y su arte entregado al servicio del pueblo”. “Fiel a su tradición y origen rural -continuaban los presos- usted ha dado a conocer la explotación y el hambre que sufre nuestra clase campesina. Asimismo ha denunciado la represión y crímenes que el actual régimen está cometiendo contra los estudiantes, maestros, escritores, profesionistas y lo mejor del pueblo de México. En forma especial, ha relatado la simulación de procesos, las injustas condenas y el cruel trato que hemos sufrido los presos políticos.” En La otra cara de la patria, p. 313.
5 Creado con el apoyo del dramaturgo y actor italiano Darío Fo, La Comuna fue un espacio donde se presentaron montajes y espectáculos que criticaban “la verdad oficial”, ofreciendo a los espectadores productos culturales (teatro y música) que reflejaban un combativo activismo social y político.
 
FUENTES CONSULTADAS:
- “AGN Recuerda a Judit Reyes, un canto a la resistencia” [en línea], Sitio web Gobierno de México, Archivo General de la Nación, 22 de marzo de 2020. Disponible en: https://www.gob.mx/agn/articulos/agnrecuerda-a-judit-reyes-un-canto-a-la-resistencia Consulta realizada: 4 de julio de 2024.
- “Escuchando a Judith Reyes” [en línea], Comité de Solidaridad con América Latina (COSAL), 19 de junio de 2015. Disponible en: https://cosal.es/escuchando-a-judith-reyes/ Consulta realizada:14 de julio de 2024.
- Reina Loredo Cansino, Carlos Eric Berumen Rodríguez, Lorena Gertrudis Valle, “Los costes de la modernización: desigualdad social y fragmentación urbana en Tampico, Tamaulipas”, Contexto, México, Vol. XIII, Núm. 19, Universidad Autónoma de Nuevo León, septiembre 2019, pp. 49-60.
- Roberto Ponce, “Judith Reyes, trovera incomprendida por la izquierda” [en línea], Revista Proceso, México, sábado 2 de octubre de 2021. Disponible en: https://www.proceso.com.mx/reportajes/2021/10/2/judith-reyes-trovera-incomprendida-por-la-izquierda-273181.html Consulta realizada: 4 de julio de 2024.
- Judith Reyes, La otra cara de la patria (autobiografía), reedición de la obra publicada en 1974, México, UNAM, 2019.
- Daniela Tobón Chávez, “Judith Reyes; una voz femenina contra la represión” [en línea], ¡Goooya!, Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, UNAM, México, Número 10, Julio-Septiembre 2023. Disponible en: https://puedjs.unam.mx/goooya/judith-reyes-una-voz-femenina-contra-la-represion/  Consulta realizada: 2 de julio de 2024.
 
 
PORTADA: El compromiso social de Judith Reyes incluyó a campesinos, obreros, estudiantes, mineros, profesionistas, mujeres y niños, cuyas condiciones de explotación e injusticia denunció en sus canciones. Fotos recuperadas del libro: La otra cara de la patria.